Cesc Fàbregas aterrizó ayer tarde en Barcelona para quedarse. Esta vez, el fichaje que más veces ha pedido Pep Guardiola desde que se sienta en el banquillo del Barça está decidido a dar un paso definitivo para trabajar junto a quien fue su ídolo de la infancia. Procedente de Londres tras su estancia en Indonesia y Tailandia, donde realizó una gira promocional, el todavía capitán del Arsenal ya está en su casa de Arenys para apurar sus vacaciones junto a su familia, parte de la cual le recibió en el aeropuerto de El Prat.
Está siendo un verano singularmente prudente por parte de Cesc. Aguarda pacientemente que el fichaje que más ha deseado, el que le lleve de regreso al Barça, caiga como fruta madura. Sin embargo, esa prudencia en sus formas públicas no significa en ningún modo inacción: Cesc ya ha hecho llegar al Arsenal y a su mentor, Arsène Wenger, que su ciclo en el Emirates se ha acabado. Esta vez sí...
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MD
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