Manita va, manita viene

Madre mía, la que nos espera. Y no, no me refiero hoy a la casi segura sobredosis de enfrentamientos entre los máximos rivales del futbol español, con su carga de pasión, emoción y buen juego (se supone y espera). No, hoy vuelvo a una de mis obsesiones, la deleznable prensa deportiva que sufrimos y que con su ansia de venta de ejemplares y repercusión mediática, ignoran o no son conscientes de los efectos colaterales que pueden tener en las aficiones, en una sociedad dormida y mediatizada por el todopoderoso fútbol.

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Adeu i bona sort.

Jordiasturies, Tant se val d'on venim