Como excusa ante la factura de una temporada sin títulos,
Mourinho se queja hasta el aburrimiento de un calendario muy apretado y cargado de partidos que, entiende, está asfixiando a su
Real Madrid. Pero el volumen y el cansancio es un tormento que afecta a todos por igual, con independencia de si hay un día más o menos de reposo entre un choque y otro.
Messi es ejemplo aleccionador. Siendo el mejor del mundo, no sólo hace frente a los defensas rivales sino también al gravamen de tanto viaje, del esfuerzo del jet lag.
En este parón por las selecciones recorrerá otros 18.600 kms. para jugar en Nueva York (EE.UU.) y en San José (Costa Rica) en ocho días. Su cuenta-kilómetros que no para de girar...
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MD
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