Cesc Fàbregas intervino menos en el juego de lo que a él le hubiera  gustado, pero las pocas veces que tuvo el balón en sus pies siempre  eligió la mejor opción con un criterio privilegiado. Leo Messi sí  apareció más, pero en muy pocas ocasiones con acierto. Ni el de Arenys  ni el de Rosario ofrecieron su mejor versión en el partidazo del  Emirates Stadium. Son dos cracks que nunca juegan mal, siempre aportan  cosas importantes a sus equipos, como la asistencia del argentino a  Villa en el 0-1, pero han puesto el listón tan alto en sus meteóricas  carreras que cuando tienen un día terrenal sabe a poco. Ayer fueron más  secundario que protagonistas... 
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 MD
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