Son zurdos, llevan el '10' y marcan las diferencias, pero de distinta forma. Leo Messi es incomparable a ningún otro futbolista del mundo por todo lo que genera en un campo. Nadie resiste un pulso 'global' con el argentino, es el más completo, pero sí se le pueden encontrar rivales en algunos aspectos del juego. Robin van Persie, por ejemplo, sí tiene argumentos para discutirle, por lo menos, el trono en la mecánica del disparo. El holandés apenas necesita espacio para armar su larga pierna izquierda con tanta plasticidad como destreza. El esférico sale escupido en una especie de latigazo que es una amenaza para cualquier portero. Su problema es que necesita que le lleguen balones en buenas condiciones a su demarcación de ariete a diferencia de Messi, que es capaz de fabricarse él solo las ocasiones. Su golpeo es distinto al de Van Persie. Leo suele recurrir más a la colocación con un pie que más que una bota parece llevar un guante...
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MD
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