Cuando creíamos que lo habíamos visto todo...

A veces se ríe uno por no llorar. Se ríe y no llora, por ejemplo, porque medios y afición tachen a deportes como el ciclismo o el atletismo de "sucios" por la lacra del dopaje, algo en lo que tienen razón, no cabe duda, mientras que se cierra los ojos e incluso se acaba perdonando toda la ponzoña, bilis, marrullería, insidia y mala voluntad que rodea al fútbol, el deporte "rey" de las trampas y la vergüenza. Porque, de acuerdo, no existen o no constan escándalos sobre dopaje en él, pero no hay semana que no asistamos a una polémica tras otra, convenientemente exagerado por quien corresponda según a quien pueda beneficiar. No hay semana en la que la vileza que rodea al fútbol no ponga a prueba nuestra afición a este deporte.

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Jordiasturies, Tant se val d'on venim