El mejor futbolista del mundo consiguió un auténtico golazo de falta directa que dejó helados a los aficionados que se dieron cita en Riazor, a los telespectadores que seguían el partido por TV, a sus compañeros y al meta del Depor, Aranzubia, que con ostensibles gestos de cabreo después de ver cómo se colaba la pelota en su portería pareció tener más ganas de irse a casa a cenar que de seguir entre los tres palos... leer más | Sport.es
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