El problema radica en que las actuales peticiones de Dani Alves, que la directiva de Sandro Rosell considera legítimas, chocan con el plan de negocios y la proyección presupuestaria prevista. Dicho de otro modo, añadir a la masa salarial futura los costes y las condiciones que el jugador ha planteado supondría para el club dentro de poco tiempo, acaso la próxima temporada, no poder hacer frente a los compromisos adquiridos... leer más | MD
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