Cuando ocho campeones del mundo, un 'balón de oro', un internacional brasileño y un internacional galo se ponen a jugar al fútbol poco puede hacer el rival. El cuero se pasea sobre el césped con la velocidad de una pelota de ping pong y los rivales corren detrás del esférico con la esperanza de que algún día alguien se confunda en un pase y tengan la opción de poner en apuros al meta rival ...
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