Madrid y Barça ¿Cambio de papeles?

Las tornas han cambiado esta temporada, es evidente. El Barça, quizá acusando en exceso este verano mundialista, ha comenzado la liga de forma titubeante, quejumbrosa y algo perezosa, si me permiten la rima.

Mientras, el eterno rival ha despegado como un F18, con los tanques llenos, la ilusión desbordada tras la llegada de Mou y con jóvenes valores que esta vez sí parece que pueden cambiarle la cara definitivamente al equipo de la capital.

No cabe duda que las salidas de Raul y Guti, amén del educado pero excesivamente contemplativo Pelegrini, han supuesto una apertura de ventanas en toda regla. El vestuario, carente ya de ese aroma rancio que tanto perjudicaba al equipo vive un momento de tranquilidad y buenrollismo absoluto. La llegada de Mourinho ha influido en ello. Podremos discutirle sus formas y ser críticos con su agrio carácter, pero es innegable que algo tiene. Cualquier jugador que está bajos sus órdenes, incrementa su compromiso y nivel de forma ostensible.

Además el conjunto de la capital ha acertado en los fichajes. Hartos de pagar monstruosidades de dinero por cracks consagrados que luego no dan el resultado esperado, esta temporada se ha apostado por contratar jugadores de perfil medio, que no ensombrezcan a los cracks, pero que aporten ese plus de competitividad y profesionalidad fundamentales para ganar un título de larga duración, como son la Champions o la liga. Además, claramente se han buscado futbolistas jóvenes, gente con ilusión, ganas y deseos de hacerse con un nombre y un palmarés.

Özil, Khedira, Canales, Di Maria, Pedro León… futbolistas que están ofreciendo un gran rendimiento y lo que es mejor, irá in crescendo a medida que vayan adquiriendo la experiencia necesaria. Luego el toque Mourinho, con un Carvalho sencillamente espectacular, ese contrapunto a la young people y que junto a Pepe conforma una de las defensas más inexpugnables del panorama futbolístico.
Destacar en especial a tres de ellos, Khedira, Özil y Di María. Ellos son los artífices de que este Madrid esté exhibiéndose allá donde juega.

Khedira ya demostró en el Mundial sus cualidades. Un pivote defensivo, con cierta capacidad para la creación y lo más importante, regular, algo que les faltó a sus predecesores. El alemán es fiable, nunca falla. Además, con su presencia, Xabi Alonso goza de más libertad a la hora de distribuir el balón y eso el equipo lo nota y de que manera. A todo esto se suma su gran juego aéreo y buena llegada de segunda línea. Es decir, un poco la suma de los dos Diarras en un solo jugador.

Luego está Özil, un futbolista con un talento descomunal. Rápido, habilidoso y con una visión de juego estratosférica. Junto a Silva, lo más parecido a Iniesta que hay en el mercado. Su presencia provoca grandes desajustes en la zaga rival. Tiene mucha movilidad y se mueve con soltura en cualquier posición del ataque madridista. Un asistente de lujo para Cristiano e Higuaín. Por si fuera poco tiene gol, asegurándote doce o trece al año. Un crack en ciernes y un futuro balón de oro a poco que las cosas le salgan bien. Imaginación y calidad unidas de la mano.

Por último Di Maria. Quizá al que más le ha costado entrar en el rol del equipo, pero sin duda, el que se encuentra en mejor forma. Un jugador todo corazón, con gran capacidad para encarar portería y finalizar. Gambetea como nadie y se atreve con todo. Desborda sencillamente porque es una pluma y se va por banda con una facilidad pasmosa. Un abridor de espacios, un arrastracentrales que hace las delicias de los nueves. Un asistente genial con centros siempre bien medidos al área rival. Tres futbolistas que han venido a enriquecer el once tipo del Madrid y a mejorar a los cracks que ya jugaban como CR7, Higuaín, Ramos o Alonso.

Pero sin duda, lo mejor de este Madrid es su técnico. Mourinho ha conseguido en dos meses lo que ni Juande, ni Schuster ni Pelegrini lograron en años, crear un patrón de juego y desarrollarlo correctamente sobre el campo. El Madrid gustará o no, pero es innegable que sabe a lo que juega y además, por fin, tiene a los futbolistas adecuados para ello. Esto es mérito de Mourinho, no lo duden y a medida que pase el tiempo, el equipo irá a mejor en cuanto a engranaje de piezas se refiere. Llegarán jugadores aún más específicos para posiciones básicas. El nivel de especialización de este Madrid será sensacional.

Ahora mismo lo que más asombra de este Real Madrid es su velocidad vertiginosa. El balón, al contrario del estilo Barça, no circula en horizontal, no tiene jugadores para ello, sino que transita permanentemente en vertical. Cristiano y Di Maria cayendo a bandas o trazando diagonales. Higuaín moviéndose sin para en la zona del nueve generando espacios para la llegada desde la banda y arrastrando a los centrales a zona de medios. Por detrás Xabi Alonso para enviar balones en largo a las bandas y Özil para conducir los contragolpes y dar siempre el último pase de forma inmejorable. Por bandas Ramos y sobretodo Marcelo son profundos y ofensivos y detrás, Pepe y Carvalho cierran las puertas de un Iker majestuoso como siempre.El equipo juega muy junto, nunca se descompone, ataca y defiende en bloque y marcarle un gol supone un esfuerzo titánico. Ya digo, ahora mismo el Madrid es una máquina de hacer fútbol y negarlo, aún siendo yo un culé de pro, sería de necios.

El Barça por su parte arranca en esta liga con muchos problemas asociados al cansancio físico y mental. Con una plantilla plagada de internacionales, está claro que el verano pasa factura. No ha habido pretemporada, disponemos de una plantilla corta y las lesiones de algunos futbolistas clave como Xavi o Pedro hacen mella. Luego está el tema psicológico. El equipo lleva años rindiendo a un nivel inalcanzable y mantenerlo es una utopia. Ha llegado el momento de bajar a la tierra y abandonar las mieles del olimpo por un tiempo. El equipo anda espeso. ¿Por qué? Aparte del tema físico y psicológico, creo que debemos profundizar sobre la forma en la que afrontan los partidos nuestros rivales.

Estamos viendo estos días como el Madrid juega con una soltura y una facilidad pasmosa. Da la sensación que los espacios que se le niegan al Barça cuando ataca, se abren como las aguas del nilo para el Madrid. ¿Por qué? Mi teoria es sencilla: Ante el Barça, los rivales saben que la bola, quieran o no, será azulgrana. Podrán pelearla diez minutos, pero a la larga, acaban cediendo la posesión a la calidad de Xavi, Iniesta, Busquets, Alves, Piqué, Messí etc… Con ello, es cierto que logramos pasar menos apuros en defensa, pero a su vez, obligamos al equipo rival a recular, acumular jugadores en su propio campo y achicar espacios. El resultado es el que estamos viendo en estas primeras ocho jornadas. Partidos aburridísimos, donde solo juega el Barça y en el que las ocasiones brillan por su ausencia. Los contrarios siempre buscan lo mismo, un robo, una contra y que se obre el milagro.

Por contra, cuando los equipos juegan contra el Madrid, afrontan el partido de forma distinta ¿Por qué? Fácil, hoy en día cualquiera le puede discutir la posesión al Madrid de Mou, tanto en el Bernabeu como fuera. No disponen los blancos de peloteros eficaces en la zona de medios así que los rivales se envalentonan y salen a jugarle de tú a tú a los merengues. Insensatos. El Madrid defiende muy bien. Con Xabi Alonso y Khedira en la media, los robos en zona medular es una constante. Aparte, junto a Özil son excelentes lanzadores de contras y arriba, CR7, Higuaín y Di Maria, fulminan con una velocidad que pilla siempre por sorpresa al rival. Ya digo, Mou sabe muy bien a lo que juega y la suerte que ha tenido es que nadie aún le ha buscado las cosquillas de verdad.

Ese es otro tema. A día de hoy, el Madrid se ha enfrentado a equipos de medio pelo, con todos mis respetos. Sevilla, Valencia, Atlético de Madrid, Ath.Bilbao, Barça o Villareal serán sus próximos rivales. Ahí podremos ver realmente si lo visto hasta ahora ha sido un espejismo provocado por el bajo nivel de los contrarios o si en efecto este equipo ha cambiado definitivamente.

También el factor físico tiene su importancia. La preparación de cada equipo es distinta y quizá el Barça busca estar en su mejor forma allá por el mes de Marzo, cuando las competiciones están en plena efervescencia. Quiero decir que quizá el Madrid está atravesando un momento álgido de forma que pueda acabar pagando más adelante. Ya digo, su ritmo de juego no es normal en Octubre.

Por todo esto soy optimista en cuanto a mi Barça se refiere. Es cierto que no estamos jugando bien, es verdad que Villa no acaba de arrancar y que Messi está salvando los muebles. También hay que reconocer que en general el equipo está lento y falto de ideas. Sin embargo, ahí estamos, a un punto del líder y prácticamente clasificados para la siguiente ronda de la Champions. Además, ya nos hemos enfrentado al Atlético de Madrid, Ath. De Bilbao y Valencia, por lo que el calendario a partir de ahora será algo más benévolo.

De alguna forma esta temporada se han invertido los papeles de los últimos dos años, en los que el Barça deleitaba a la grada y el Madrid desesperaba por su capacidad de sumar de tres en tres sin jugar un pijo. Esperemos que la historia no acabe igual y a ser posible, que el Barça vuelva por sus fueros. Visto lo que llevan sufrido los merengues, no me cambio por ellos por nada del mundo.

Escrito por Damsam | El Banquillo Visitante