El sueco participó en un anuncio de Nike en el que daba toques con un chicle y se lo devolvía de nuevo a la boca. Los suecos adoraban a Henrik Larsson. Un tipo serio, profesional y modélico que marcaba goles en cantidades industriales. En pleno apogeo de su figura, con el año 2000 al caer, un joven e insolente futbolista intentaba ...
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