"Señores, todos al vestuario. El calentamiento se ha acabado". Los titulares del Manchester United seguían poniendo sus músculos a tono en el césped del Estadio Olímpico cuando los preparadores físicos del Barça obedecieron las órdenes de Pep Guardiola y enviaron a los futuros tricampeones a la caseta. Alguno debió pensar: ...
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