De pronto, la mañana del 6 de abril de 2008, el barcelonismo se vio convulsionado por unas manifestaciones del presidente del club que, en el fondo y en la forma, acabaron provocando el revuelo previsto. El entorno azulgrana, tan sensible a las movidas, percibió enseguida que se trataba de algo fuerte, de uno de esos episodios que mejor que ...
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