La afición del Bayern es tan exigente como la del Barça. De poco le sirvieron a Franck Ribéry las genialidades que regaló al público del Allianz Arena durante los primeros cuarenta y cinco minutos del partido de ayer frente al Karlsruher, que los locales ganaron por la mínima (1-0) tras una pobre actuación. Tras el descanso, Ribéry se hundió como el ...
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