Aprovechando la relativa cercanía de Lyon, unas seis horas de carretera desde Barcelona, muchos fueron los aficionados barcelonistas que reservaron su entrada con antelación y formaron parte de una caravana de autocares y coches particulares que fueron llegando de forma escalonada en las horas previas al partido. Sólo las bengalas, entre 10 y 12, lanzadas desde ...
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