El entrenador del Bayern de Munich, Josep Guardiola, se enfrenta a una auténtica maldición antes de la disputa del partido de ida de los octavos de final de la Champions League frente a la Juventus. La lesión de Badstuber deja al equipo muy tocado en el eje de la defensa

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Parece que alguien le ha echó una maldición a Josep Guardiola en el momento de fichar por el Bayern de Munich. Y es que desde que Pep está en Alemania, son innumerables las lesiones que su equipo ha tenido que padecer y que han mermado, de forma clara, su rendimiento. Un hecho que la ha enfrentado incluso a sus propios médicos en el conjunto bávaro, en favor de sus propios futbolistas.

La enésima lesión del equipo germano no es una cualquiera, se trata del central Holger Badstuber, de los pocos futbolistas que le quedaban sanos al catalán para esa demarcación. Y es que Badstuber se une a las bajas de Boateng, Javi Martínez y Benatia, que han dejado al equipo sin ningún central titular disponible para las próximas semanas, algo que implica una mayor dificultad ante los próximos compromisos.

En nueve días, los de Guardiola deberán viajar a Turín para disputar el partido de ida de los octavos de Champions League frente a la Juventus. Un rival que lleva catorce partidos consecutivos ganando y que no se antoja, cuanto menos, fácil. Los actuales líderes de la Serie A amenazan con su ataque, comandado por un excepcional Paulo Dybala, la fragmentada defensa alemana.

Al técnico catalán, en caso de no recuperársele ninguno de los cuatro defensores comentados anteriormente, podría incluso tener que inventarse una defensa con su nueva adquisición Sedar Tasci y el lateral zurdo David Alaba, como zagueros centrales. Algo que devolvería a Juan Bernat a la titularidad del equipo pero que sería probada por el segundo equipo más goleador del campeonato italiano. Mucho trabajo le espera a Pep si quiere dejar el Bayern con objetivo de ganar la Champions League.