El delantero del FC Barcelona Leo Messi ejecutó de forma excepcional una falta ante el guardameta del Celta de Vigo Sergio Álvarez. El argentino se sacó un auténtico obús que clavó en la escuadra izquierda del portero gallego. El mejor del mundo volvió a ser decisivo

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Quien diga que Leo Messi no está por encima del resto de futbolistas del mundo, que vea el gol que ha marcado este domingo ante el Celta y trate de mantener sus argumentos. El mejor de todos los tiempos volvió a regalar su magia al Camp Nou a través de un lanzamiento de falta magistral. El diez azulgrana se aprovechó de una falta lejana para romper el empate ante la "bestia negra" del FC Barcelona.

Fue después de una dura falta del lateral del Celta Carles Planes sobre el delantero del Barça Luis Suárez. La distancia era lejana, a poco más de 30 metros de la portería defendida por Sergio Álvarez. Sin embargo, Messi cogió la pelota y ni se lo pensó. Primero dialogó con Neymar tapándose la boca para, posteriormente, lanzar un misil antológico que se acababa colando por toda la escuadra de la portería gallega.

Tremendo el golazo que acababa de marcar Leo, ante la pañolada de un Camp Nou que se volvía a rendir ante la magia de su mejor hombre. Neymar corría detrás del diez blaugrana para decirle algo así como "te lo dije, te lo dije". Los dos "jugones" se fundieron en un abrazo al que posteriormente se añadió Luis Suárez y todo el conjunto azulgrana, después de quitarse un gran peso de encima.

Y es que cuando el balón se colaba por la escuadra a una velocidad pasmosa, al Barça sele quitaba esa losa que tiene últimamente siempre que se enfrenta al Celta de Vigo. La auténtica "bestia negra" de este Barça de Luis Enrique que el mejor del mundo ha sabido domar. Con su tanto, por cierto, ya suma un total de 25 goles esta temporada y se queda a un tanto de los 300 en Liga BBVA.