Después de haber cuajado un partido muy mediocre ante el Celta de Vigo, el lateral brasileño del FC Barcelona Daniel Alves abandonó el terreno de juego en el minuto 55 sustituido por Aleix Vidal. La cara del defensor reflejaba su enfado consigo mismo tras su mala actuación

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Una de las imágenes que nos dejó la victoria por seis a uno del FC Barcelona sobre el Celta de Vigo fue la reacción de Daniel Alves tras ser sustituido en el segundo tiempo. El lateral, que había jugado un primer tiempo muy flojo, donde no se le vio nada preciso y realizando varios fallos propios de un novato, no mejoró sus prestaciones en el segundo tiempo. El seis azulgrana se ganó el cambio a pulso.

Es por ello que cuando abandonó el terreno de juego su cara no era la de los mejores días. Se le vio claramente molesto, y muchos medios de comunicación interpretaron que estaba enfadado con su entrenador Luis Enrique Martínez por la sustitución. Sin embargo, su reacción no fue debida a nada de eso, sino más bien a un enfado consigo mismo tras haber cuajado un partido para el olvido.

Así lo afirmó el mismo jugador ante la prensa en las preguntas que los periodistas le pudieron hacer en la zona mixta tras el encuentro. "Estaba cabreado porque estaba desastroso", afirmó Alves en su tono particular, sin segundas tintas. "Estaba haciendo un partido de mierda", insistió el defensor cuando su interlocutor trataba de buscar más polémica por su reacción.

Y en su lugar entró un Aleix Vidal que por poco tuvo que abandonar el terreno de juego minutos después de sustituir a Alves. Una entrada dura de Wess le dejó tocado el tobillo izquierdo, del cual se dolió durante varios minutos y tuvo que ser tratado. Sin embargo, con la adrenalina del momento y ese espray mágico que les echan en la banda, el jugador catalán pudo aguantar todo lo que quedó de partido.