El portero chileno del FC Barcelona, Claudio Bravo, ha admitido en una entrevista que le desagrada la idea de no poder jugar en Champions League ni en Copa del Rey, aunque se centra en el bien del equipo y en que lleguen los máximos títulos posibles a la entidad azulgrana

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No es ningún secreto que a cualquier portero del FC Barcelona, sea Claudio Bravo, Ter Stegen o Jordi Masip, le gustaría disputar todos los partidos habidos y por haber en todas las competiciones oficiales que juega el equipo, desde la Liga BBVA hasta la Champions League, pasando por la Copa del Rey, las Supercopas y el Mundial de Clubes. Sin embargo, el bipartidismo Bravo-Ter Stegen que instauró Luis Enrique desde la pasada temporada en la portería está dando resultados inmejorables, y es por ello que esta campaña el protagonismo sigue estando dividido para ambos.

A ninguno de los dos le acaba de satisfacer del todo la situación, pero la aceptan a regañadientes al ser conscientes de que se trata de lo mejor, hoy por hoy, para que el equipo siga funcionando y los títulos se sucedan uno tras otro. Claudio Bravo, en todo caso, ha concedido una entrevista a "BioBioChile TV" en la que ha revelado que seguirá "trabajando para tratar de revertir esta situación" y tener minutos en Champions y Copa, dado que de lo contrario "sería individual" el hecho de "pensar en mí y tener una mala predisposición en cuanto a mi preparación".

"Te mentiría si te dijera que lo vivo bien porque yo siempre quiero jugar, me preparo para jugar al máximo todos los partidos posibles, pero no pasa por una decisión nuestra a nivel de jugadores sino por una decisión técnica. Él es el que toma estas determinaciones y nosotros estamos por la labor de trabajar lo mejor posible y cumplir cada decisión y siempre pensando en el equipo. Sería individual tratar de pensar en mí y tener una mala predisposición en cuanto a que mi preparación cambie, porque mi objetivo es siempre pensar en el grupo y en el objetivo de obtener algún título", ha explicado el experimentado guardameta.

No obstante, está contento con el rendimiento mostrado y los resultados del equipo. "Tengo la tranquilidad de seguir haciendo las cosas bien, de que me preparo bien, de que cuando me toca jugar lo quiero hacer lo mejor posible. Ya no pasa por una decisión del juego, sino del técnico. Tengo que estar tranquilo y seguir haciendo lo mismo para, poco a poco, revertir esta decisión".

Ahora, toca mantenerse igual y no bajar el ritmo en ningún momento. "Lo tomamos como un incentivo o una meta. Nos deja la sensación de tener que ganar sí o sí. Es lo bonito del fútbol y la preparación. No nos preparamos sólo para cada partido, sino para ganar una Liga, una Copa del Rey o una Champions. Lo mismo me pasa con la selección. No me gusta sólo jugar con la selección, sino coronarlo con algún objetivo. Esto es lo realmente bonito del fútbol".