El entrenador asturiano sorprendió a todo el mundo en el encuentro frente al Espanyol al renunciar al tradicional 4-3-3 y colocar a Aleix Vidal y Arda Turan de extremos, con un Leo Messi muy liberado en la mediapunta y Munir el Haddadi de delantero centro

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El entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique, sorprendió a propios y extraños en la vuelta de los octavos de final del partido que enfrentó al RCD Espanyol con el Barça en Cornellà-El Prat este miércoles por la noche. El gijonés, que reservó a Neymar Júnior, Andrés Iniesta, Sergio Busquets y Gerard Piqué, cambió todo el sistema de juego.

"Lucho" abandonó su tradicional 4-3-3 por el que había apostado durante toda esta temporada, con baja de Leo Messi o sin ella, con el tridente o sin él, o con Munir y Sandro a la vez en el campo o sin ellos. Y para hacerlo, se pasó al 4-5-1 con dos extremos como Aleix Vidal y Arda Turan. El internacional otomano partía desde la izquierda y acabó realizando un grandísimo encuentro, combinando con todos sus compañeros y dando lugar, en el inicio, de los dos goles del partido.

Vidal por su parte volvía al extremo derecho, su posición natural. Allí se le pudo ver participativo, poderoso en la carrera y entendiéndose a la perfección con sus compañeros y con un Daniel Alves con el que compartía equipo por primera vez desde que debutara hace tres encuentros. El equipo no notó el cambio en el dibujo táctico y se le vio muy serio, sin dejar ningún espacio en el centro y controlando todo el partido.

Pero no solo fueron estos dos los grandes cambios en la alineación, sino que el crack argentino Leo Messi salió desde la mediapunta, una posición donde cada vez se le ve mucho más cómodo. El diez azulgrana hizo de verdadero diez, apareciendo por la frontal del área y sacándose varios pases peligrosos como el de la asistencia de gol a Munir en el primero o el que creó la jugada del segundo tanto del mismo delantero madrileño.

La prueba le salió a la perfección a un Luis Enrique al que se le vio contento por el trabajo realizado por los suyos. Era éste un partido difícil para guardar las composturas y la concentración, pues ya estaba todo casi ganado. A pesar de esto todos los futbolistas cumplieron sobre el terreno de juego y no dejaron lugar en ningún momento a una posible remontada de los rivales. Que todas las sorpresas del asturiano sean así.