A la mayoría de los catalanes le duele que TVE trate al Barça como si fuese un equipo extranjero. La tensión lleva mucho tiempo marcando las relaciones entre instituciones y seres humanos de nuestro entorno, pero en las últimas semanas se ha evidenciado un repunte peligroso. La defensa de Catalunya respecto al bloque monolítico español ha sido un ejemplo; las quejas de Mourinho y el arrebato de rabia de Guardiola, otro; el afilado de las navajas de cara a la campaña electoral municipal en Barcelona tampoco se ha quedado atrás. El clima de crispación es tan generalizado que parece que si uno no se irrita con alguien en televisión, en la radio, en los debates, en las ruedas de prensa, ya no es nadie.

En esta línea de confusión omnipresente que vive la sociedad, aparece otro elemento nefasto para la convivencia, además de la mala fe. Se trata ni más ni menos que de la impericia profesional. Ejemplo vivo de tal comportamiento lo exhibió el miércoles por la noche el periodista Sergio Sauca en la retransmisión del partido de vuelta de la semifinal de la Champions entre el Barça y el Real Madrid... leer más | La Vanguardia

Diario del Huila