La directiva azulgrana exhibirá un calculado enfriamiento de sus relaciones con el Real Madrid en la devolución de la visita liguera al Bernabéu, que nada tendrá que ver con la puesta en escena protagonizada por los presidentes Sandro Rosell y Florentino Pérez el pasado mes de noviembre frente al RCT Barcelona. Aunque hayan pasado sólo cuatro meses, los tiempos han cambiado como consecuencia del 'affaire' de la COPE y unas insinuaciones de dopaje cuya fuente sigue siendo, a falta de aclaración, de origen madridista.

La postura azulgrana es la de ajustar la visibilidad de lo que hoy por hoy es un fuerte malestar interno contra Florentino Pérez, como posible causante directo de la filtración o por omitir un firme desmentido en su momento... leer más | MD