Hace unos días Halcón Viajes ganó la selección para ser la nueva compañía de viajes del FC Barcelona. Racc, la antecesora, que también había presentado una oferta para renovar su contrato se quedó apeada. La competitividad en los precios de la nueva compañía fue, según el club, el motivo que decantó la balanza. A partir de ahora los socios viajaran a menores precios y, en el caso de los periodistas, esta rebaja podría llegar al 35%. Así pues, Halcón viajes reducirá costes a los socios y a los periodistas que viajen con el Barça, ofreciendo además otros servicios como el alquiler de coches.

Aunque no es oro todo lo que reluce

A pesar de lo que la nueva empresa ofrece en reducción de costes, algunas personalidades del barcelonismo han mostrado su disconformidad con el nuevo contrato. Los precios pueden reducirse, pero la calidad también lo hace. Eso es evidente. Sin embargo, el gran lunar de este trato reside en sus inicios.

No es de muchos conocido que Halcón Viajes financió y ayudó a Sandro Rosell en la campaña para conseguir el gobierno del club. Un dato significativo y malicioso que puede llevar a pensar que la decisión del club tiene fines compensatorios. Todos lo niegan, incluso la prensa, que ha preferido callar antes de perder las buenas relaciones con la junta actual. Pero la duda existe. Y si con el mando anterior se fue crítico desde el principio hasta el final, lo más justo sería que ahora ocurriese lo mismo.

De todos modos, parece que el silencio volverá reinar en Can Barça. ¿Dónde está entonces la transparencia?

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