El Barça afrontó este martes una auténtica prueba de fuego. Y por varios motivos. Tenía que remontar el 2-1 adverso de Londres para estar en los cuartos de final y debía sobreponerse a las importantes bajas de Gerard Piqué y Carles Puyol, suplidas en el once titular por Busquets y Eric Abidal. Enfrente, el Arsenal de Cesc Fábregas, que al fin salió de inicio en el regreso a su ciudad, Barcelona. Un equipo con ganas de demostrar que no se arruga en las grandes citas. Para ello, Arsène Wenger desveló las incógnitas de toda la semana y arriesgó con el renqueante Robin van Persie, no así con Andrei Arshavin.

Ambos conjuntos arrancaron con mucho ritmo. Como no podía ser de otra manera el Barça comenzó con el dominio de balón, pero se encontró con un Arsenal bien ordenado en defensa y que no se dejó amedrentar por el gran ambiente del Camp Nou. Sólo Messi pudo plantarse en el área ‘gunner’ pero Laurent Koscielny estuvo perfecto al cruce... leer más | UEFA



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