La Verdad os hará libres. Juan 8.32
2011-01-07
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Escrito por Jaime Echegaray | El Banquillo Visitante
Como extranjero, leo la prensa española regularmente. Existe muy buena oferta de columnistas de muy alto nivel, que enclavados en el corazón de Europa, resulta edificante e interesante leer sus perspectivas acerca de América, México y los Estados Unidos bajo una visión objetiva y sin carga de intereses.
Esto lo hago buscando una objetividad, puesto que cuando la prensa está cerca de los puntos de conflicto o tiene una línea editorial que vive dentro de la discusión misma de los problemas que reporta, es normal que pierda claridad en los temas y claro, para eso se utilizan los editoriales que fijan la posición del medio acerca de X o Y tema para que el lector este éticamente advertido de cuáles y porqué son las opiniones acerca del tema en referencia.
No soy periodista, pero como lector, siempre agradezco saber el contexto de una opinión; Así, me formo la mía con una referencia clara del porque se opina de esa manera. Sucede que en España, con la prensa deportiva no pasa así. Desde hace tiempo, los diarios deportivos de Madrid (el As y el Marca) mantienen una agria pelea con los diarios de Barcelona (Sport y Mundo Deportivo) por la disputa del liderazgo de la imbecilidad y como parte de la recompensa para ellos es vender más con más escándalos y obvio más mentiras, en detrimento de dos grupos:
Primero el consumidor del producto el cual está más desinformado y más frustrado con la parroquia de enfrente provocando esto, aunado a la pasión sin control y falta de educación, situaciones de violencia escrita en los foros de Internet; como ejemplo, invito que el lector de estas líneas acuda a las narraciones de partidos de futbol en los cuales se permiten los comentarios de los aficionados para que se dé cuenta del nivel de salvajismo escrito por algunos verdaderos terroristas del insulto.
Y el segundo sector afectado, son los mismos actores de este espectáculo que se llama el futbol. El “Villarato” acusación de un medio escrito (El periódico “AS”, más específicamente su director Alfredo Relaño) en la cual se acusa a la Real Federación Española de Futbol presidida por Ángel Villar de favorecer al FC Barcelona a través de los árbitros. Acusación que lleva coincidentemente no se había escuchado hasta después del juego del Barcelona vs. El Madrid. Acusación que fastidia a futbolistas, técnicos y que en el pasado, ha sido desmentida y desmontada por jugadores del mismo Real Madrid pues falta el respeto a una competición y a una forma de vida de mucha gente (jugadores, técnicos, árbitros, dirigentes, etc.). El campeonato esta adulterado, por lo tanto no es válido; Este es el mensaje escondido en esas líneas.
Acusar no es lo grave del asunto. Es más, en una sociedad democrática y transparente, denunciar malas prácticas, trampas o fraudes, es siempre aplaudible, pero siempre con una condición: La exhibición de pruebas que pueden ser documentos, testimonios de personas involucradas, grabaciones licitas, y cualquier otro medio que tenga como fin probar una teoría. Y es aquí, donde la verdadera profesión de un reportero que es la de buscar la verdad se pone en práctica.
Tan poderosa es la verdad, que en 1972 Richard Nixon tuvo que renunciar a su cargo por la acertada y riesgosa investigación de dos reporteros (Woodward y Bernstein) que encontraron una red de espionaje que incriminaba hasta el mismo jefe de la nación. Eso es periodismo. Lo demás, son comentarios de bar de aficionados con licencia para escribir en un medio.
Lo más irónico del asunto, es que la época que vive el futbol español, es históricamente hablando, la mejor. Con una selección campeona del Mundo y de Europa, con dos de los equipos más reconocidos del planeta, con una liga que aspira a competir con la mejor del mundo (La Premier League), los tiempos son de vacas gordas. La RFEF y la LPF tienen muchísimos aspectos institucionales que deben de modificar para mantenerse competitivos: La asignación de contratos de televisión más equitativos para todos los equipos para evitar quiebras que pueden cimbrar la estructura del deporte, la planeación integral de horarios y tiempos de juegos para aprovechar mercados como Asia y visitantes deportivos a España, la mejora de instalaciones y seguridad, etc. Ahí, los medios juegan un papel de presión y moderación para mantener un deporte del cual estas empresas viven. Es asegurar la supervivencia del prójimo para mantener la propia; Pero desgraciadamente, esto no está entendido. El corto plazo les gana. La prensa rosa es más fácil definitivamente.
Como descargo a la profesión a la cual, como aficionado hago una crítica en estas líneas, tengo que decir que existen aun, varios muy buenos periodistas en los medios Españoles. Lo único que me preocupa, es que como son periodistas deportivos, de lo único que se ocupan, es solamente del deporte. Y a veces, deberían de ocuparse de dirigir a los que escriben.
Por último, aquellos que hablan sin ética y sin decoro, les recuerdo que cuando pita el árbitro, no están invitados. Ahí, en esos 90 minutos, por mucho que agiten, no van a cambiar nada de lo que pase ahí.
Escrito por Jaime Echegaray | El Banquillo Visitante
Esto lo hago buscando una objetividad, puesto que cuando la prensa está cerca de los puntos de conflicto o tiene una línea editorial que vive dentro de la discusión misma de los problemas que reporta, es normal que pierda claridad en los temas y claro, para eso se utilizan los editoriales que fijan la posición del medio acerca de X o Y tema para que el lector este éticamente advertido de cuáles y porqué son las opiniones acerca del tema en referencia.
No soy periodista, pero como lector, siempre agradezco saber el contexto de una opinión; Así, me formo la mía con una referencia clara del porque se opina de esa manera. Sucede que en España, con la prensa deportiva no pasa así. Desde hace tiempo, los diarios deportivos de Madrid (el As y el Marca) mantienen una agria pelea con los diarios de Barcelona (Sport y Mundo Deportivo) por la disputa del liderazgo de la imbecilidad y como parte de la recompensa para ellos es vender más con más escándalos y obvio más mentiras, en detrimento de dos grupos:
Primero el consumidor del producto el cual está más desinformado y más frustrado con la parroquia de enfrente provocando esto, aunado a la pasión sin control y falta de educación, situaciones de violencia escrita en los foros de Internet; como ejemplo, invito que el lector de estas líneas acuda a las narraciones de partidos de futbol en los cuales se permiten los comentarios de los aficionados para que se dé cuenta del nivel de salvajismo escrito por algunos verdaderos terroristas del insulto.
Y el segundo sector afectado, son los mismos actores de este espectáculo que se llama el futbol. El “Villarato” acusación de un medio escrito (El periódico “AS”, más específicamente su director Alfredo Relaño) en la cual se acusa a la Real Federación Española de Futbol presidida por Ángel Villar de favorecer al FC Barcelona a través de los árbitros. Acusación que lleva coincidentemente no se había escuchado hasta después del juego del Barcelona vs. El Madrid. Acusación que fastidia a futbolistas, técnicos y que en el pasado, ha sido desmentida y desmontada por jugadores del mismo Real Madrid pues falta el respeto a una competición y a una forma de vida de mucha gente (jugadores, técnicos, árbitros, dirigentes, etc.). El campeonato esta adulterado, por lo tanto no es válido; Este es el mensaje escondido en esas líneas.
Acusar no es lo grave del asunto. Es más, en una sociedad democrática y transparente, denunciar malas prácticas, trampas o fraudes, es siempre aplaudible, pero siempre con una condición: La exhibición de pruebas que pueden ser documentos, testimonios de personas involucradas, grabaciones licitas, y cualquier otro medio que tenga como fin probar una teoría. Y es aquí, donde la verdadera profesión de un reportero que es la de buscar la verdad se pone en práctica.
Tan poderosa es la verdad, que en 1972 Richard Nixon tuvo que renunciar a su cargo por la acertada y riesgosa investigación de dos reporteros (Woodward y Bernstein) que encontraron una red de espionaje que incriminaba hasta el mismo jefe de la nación. Eso es periodismo. Lo demás, son comentarios de bar de aficionados con licencia para escribir en un medio.
Lo más irónico del asunto, es que la época que vive el futbol español, es históricamente hablando, la mejor. Con una selección campeona del Mundo y de Europa, con dos de los equipos más reconocidos del planeta, con una liga que aspira a competir con la mejor del mundo (La Premier League), los tiempos son de vacas gordas. La RFEF y la LPF tienen muchísimos aspectos institucionales que deben de modificar para mantenerse competitivos: La asignación de contratos de televisión más equitativos para todos los equipos para evitar quiebras que pueden cimbrar la estructura del deporte, la planeación integral de horarios y tiempos de juegos para aprovechar mercados como Asia y visitantes deportivos a España, la mejora de instalaciones y seguridad, etc. Ahí, los medios juegan un papel de presión y moderación para mantener un deporte del cual estas empresas viven. Es asegurar la supervivencia del prójimo para mantener la propia; Pero desgraciadamente, esto no está entendido. El corto plazo les gana. La prensa rosa es más fácil definitivamente.
Como descargo a la profesión a la cual, como aficionado hago una crítica en estas líneas, tengo que decir que existen aun, varios muy buenos periodistas en los medios Españoles. Lo único que me preocupa, es que como son periodistas deportivos, de lo único que se ocupan, es solamente del deporte. Y a veces, deberían de ocuparse de dirigir a los que escriben.
Por último, aquellos que hablan sin ética y sin decoro, les recuerdo que cuando pita el árbitro, no están invitados. Ahí, en esos 90 minutos, por mucho que agiten, no van a cambiar nada de lo que pase ahí.
Escrito por Jaime Echegaray | El Banquillo Visitante
