Los primeros días de Ibrahim Afellay en Barcelona ya han permitido comprobar la personalidad de un joven de 24 años que ha llegado al club blaugrana con la intención de hacerse un hueco en la plantilla del mejor equipo del mundo. El holandés camina de momento por el vestuario con pies de plomo, observando y aprendiendo de los cracks, mientras que en su vida personal prefiere estar recluido en el hotel y cuidarse al máximo para rendir al cien por cien en cada uno de los entrenamientos.

El holandés todavía tiene problemas para comunicarse, aunque su correcto inglés le permite salir al paso en su día a día... leer más | Sport.es