Real Moudrid, esto es ya Shutter island
2010-12-20
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Escrito por Damsam | El Banquillo Visitante
Para quien no lo sepa, yo se lo recuerdo. Shutter island es un film dirigido por Martín Scorsese y protagonizado por Leonardo Di Caprio, un fenomenal actor poco considerado por su atractivo, pero que normalmente se sale en escena.
Shutter Island narra la historia de un agente judicial que es enviado a una remota isla del puerto de Bostón a investigar la desaparición de una peligrosa asesina recluida en un hospital psiquiátrico.
En fin, se trata de buscar un paralelismo con la situación que atraviesa el Real Madrid, por lo del psiquiátrico digo.También podría haber elegido él hospital en el que Jack Nicholson la lia parda en alguien voló sobre el nido del cuco o el claustrofóbico y opresivo centro donde Brad Pitt se encuentra a Bruce Willis en el tiempo, en 12 monos.
En definitiva, que el club blanco es un manicomio y sus dirigentes y profesionales están de atar o desatados, vayan ustedes a saber. Como se diría en esos pueblos de la España profunda..."Pobre muchacho, un día comenzó a hablar solico y mirale, sa quedao tontín". Entre unos y otros han conseguido desquiciar por completo al club blanco. Por un lado la caverna, llenándole la cabeza de pajaros villaratiles y haciéndole ver que existe un ente etéreo que desea su desdicha permanentemente. Como Nash en una mente maravillosa, ven fantasmas por todas partes. Existe una confabulación universal en contra de los intereses del Real Madrid. Relaño e Inda hacen el papel de Richard Harris, ya saben, ese agente de la CIA que ordena misiones sin sentido al matemático, instándole a descifrar códigos invisibles en el papel cuché. Dos vendemotos, dos cazurros con pluma culpables secundarios de la locura permanente que se ha instalado en la casa blanca.
Por otro lado está el Barça, antagonista sempiterno, el protagonista principal de esta pelicula mala de serie B en la que se ha convertido nuestra liga. El conjunto de Guardiola destila elegancia, virtuosismo, calma, sensatez, modernidad y criterio. Mientras, en Valdebebas, la crispación, el desorden, la anarquía, el desgobierno, la caspa y la división hacen mella en una entidad antaño gloriosa y hoy desconocida. La locura se ha adueñado de un escudo antes intocable. Las personas están por encima del club y no el club por encima de las personas. Mourinho dirige el cotarro.
Ayer vivimos otra de esas situaciones istriónicas a las que ya nos estamos acostumbrando cuando hablamos del Real Madrid. Visitaba el Bernabeu un Sevilla venido a menos, que tan solo conserva reminiscencias guerreras de lo que antaño fue un equipo de los pies a la cabeza. Lo que antes era un plus a su calidad, se ha convertido en único recurso para sacar adelante los partidos. Resumiendo, los hispalenses se dedicaron a jugar con los nervios de los locales. Pérdidas de tiempo, interrupciones, faltas y un largo etcetra de "ese otro fútbol" que no merece nuestra competición doméstica. ¿Que es lo más reprochable de este Madrid? Pues que no supo contrarestar ése fútbol con fútbol, valga la redundancia. Simplemente entró al trapo, convirtiendo el partido en una batalla de guerrillas impropia de un escenario tan grande. Eso es lo que el seguidor del Madrid debiera estar pensando hoy, ¿Cuando perdimos la esencia de este deporte?¿ Cuando nos transformamos en un equipo vulgar incapaz de sodomizar a un equipo sin timón?
El final de la primera parte, dantesco. Camino de los vestuarios, el entrenador de porteros del Madrid, hombre fuerte de Mou en el vestuario y acícate del barriobajerismo extremo, en una ida de olla impropia, se enzarza en batalla dialéctica con un homónimo del Sevilla. En la refriega, un pobre yayo de 75 años que buscaba intermediar y apaciguar, cae de bruces contra el suelo. Una acción metafórica que encierra todo lo malo en lo que se ha convertido el Real Madrid.
Finalmente el partido lo ganaron los blancos, gracias a un gol de Di Maria. Justo es alabar al equipo. Con diez, pusieron toda la carne en el asador ante un rival que empequeñeció aún más en superioridad. Sin embargo, la segunda parte podrá ser tildada para las hemerotécas, como la mayor chaladura de los últimos años. Lo que vimos no fue fútbol, sino un sucedáneo. Protestas, presión al árbitro, insultos, piscinazos, escenificación teatrera por parte de unos y otros...un cúmulo de despropósitos que finalizarían y aderezarían convenientemente con la rueda de prensa de Mou.
Y es que quedaba lo mejor para última hora. Tras un espectáculo épico a la vez que lamentable sobre el campo, Mourinho la lió parda. Al parecer, alguien del club, a la finalización del partido le hace entrega de un memorándum con todos los errores del árbitro en contra de los intereses madridistas, claro síntoma de la paranoia que invade la entidad de un tiempo para acá. Eso sí, no se enumeran en ese ya famoso folio, los errores en contra del Sevilla, que también los hubo, como la no expulsión de Carvalho en la primera mitad.
Mou lo blande cual bandera de la verdad pero a su vez critica el que deba ser él mismo quien argumente el ultraje al que está siendo sometido permanentemente el equipo y no lo haga algún representante del club, es decir, Valdano. Además, solicita con vehemencia una reunión con el ser superior, dejando así claro el pasotismo que le genera el rapsoda. Ya les digo yo lo que va a pedir, pedirá la cabeza del argentino, unico muro que le queda por derribar para definitivamente hacerse con las riendas de la entidad.
Pero es que además, la rueda de prensa es una cortina de humo perfecta, un títular para las portadas de mañana, que escondan el bochornoso espectáculo de ayer. Un tabique exagerado que le evita al madridista cómodo reflexionar sobre lo mal que se están haciendo las cosas tanto dentro como fuera del campo.
El Real Madrid juega mal y se rige peor. Es ese club que acusa a los entrenadores contrarios de dejarse ganar ante el Barça, el que impide a sus futbolistas dar la cara tras la humillación del Barça vs Madrid, el que se pone notas de 11 a sí mismo en actos de prepotencia inusitados, el que llora por arbitrajes siendo el Madrid uno de los más beneficiados históricamente por los trencillas, el que dice no conocer a entrenadores nacionales de renombre, el que se burla de un club humilde como el Sporting o impide a uno de sus futbolistas reunirse con su antiguo entrenador...
Lo dicho, Shutter island. El Real Madrid está en un brete. A Mourinho todo el mundo le conocía, resulta cuando menos curioso que muchos se estén llevando ahora las manos a la cabeza. Flo lo tenía fácil. Michel era el sucesor ideal, elegante, de la casa, sabedor de lo que es y significa el Real Madrid. Sin embargo la apuesta fue el resultadismo, el inmediatismo más exhacerbado aún a costa de perder todos los valores que un día convirtieron a esta entidad en la más grande del mundo. Se ha iniciado un descenso a las tinieblas, que los madridistas se abrochen los cinturones.
Escrito por Damsam | El Banquillo Visitante
Para quien no lo sepa, yo se lo recuerdo. Shutter island es un film dirigido por Martín Scorsese y protagonizado por Leonardo Di Caprio, un fenomenal actor poco considerado por su atractivo, pero que normalmente se sale en escena.
Shutter Island narra la historia de un agente judicial que es enviado a una remota isla del puerto de Bostón a investigar la desaparición de una peligrosa asesina recluida en un hospital psiquiátrico.
En fin, se trata de buscar un paralelismo con la situación que atraviesa el Real Madrid, por lo del psiquiátrico digo.También podría haber elegido él hospital en el que Jack Nicholson la lia parda en alguien voló sobre el nido del cuco o el claustrofóbico y opresivo centro donde Brad Pitt se encuentra a Bruce Willis en el tiempo, en 12 monos.
En definitiva, que el club blanco es un manicomio y sus dirigentes y profesionales están de atar o desatados, vayan ustedes a saber. Como se diría en esos pueblos de la España profunda..."Pobre muchacho, un día comenzó a hablar solico y mirale, sa quedao tontín". Entre unos y otros han conseguido desquiciar por completo al club blanco. Por un lado la caverna, llenándole la cabeza de pajaros villaratiles y haciéndole ver que existe un ente etéreo que desea su desdicha permanentemente. Como Nash en una mente maravillosa, ven fantasmas por todas partes. Existe una confabulación universal en contra de los intereses del Real Madrid. Relaño e Inda hacen el papel de Richard Harris, ya saben, ese agente de la CIA que ordena misiones sin sentido al matemático, instándole a descifrar códigos invisibles en el papel cuché. Dos vendemotos, dos cazurros con pluma culpables secundarios de la locura permanente que se ha instalado en la casa blanca.
Por otro lado está el Barça, antagonista sempiterno, el protagonista principal de esta pelicula mala de serie B en la que se ha convertido nuestra liga. El conjunto de Guardiola destila elegancia, virtuosismo, calma, sensatez, modernidad y criterio. Mientras, en Valdebebas, la crispación, el desorden, la anarquía, el desgobierno, la caspa y la división hacen mella en una entidad antaño gloriosa y hoy desconocida. La locura se ha adueñado de un escudo antes intocable. Las personas están por encima del club y no el club por encima de las personas. Mourinho dirige el cotarro.
Ayer vivimos otra de esas situaciones istriónicas a las que ya nos estamos acostumbrando cuando hablamos del Real Madrid. Visitaba el Bernabeu un Sevilla venido a menos, que tan solo conserva reminiscencias guerreras de lo que antaño fue un equipo de los pies a la cabeza. Lo que antes era un plus a su calidad, se ha convertido en único recurso para sacar adelante los partidos. Resumiendo, los hispalenses se dedicaron a jugar con los nervios de los locales. Pérdidas de tiempo, interrupciones, faltas y un largo etcetra de "ese otro fútbol" que no merece nuestra competición doméstica. ¿Que es lo más reprochable de este Madrid? Pues que no supo contrarestar ése fútbol con fútbol, valga la redundancia. Simplemente entró al trapo, convirtiendo el partido en una batalla de guerrillas impropia de un escenario tan grande. Eso es lo que el seguidor del Madrid debiera estar pensando hoy, ¿Cuando perdimos la esencia de este deporte?¿ Cuando nos transformamos en un equipo vulgar incapaz de sodomizar a un equipo sin timón?
El final de la primera parte, dantesco. Camino de los vestuarios, el entrenador de porteros del Madrid, hombre fuerte de Mou en el vestuario y acícate del barriobajerismo extremo, en una ida de olla impropia, se enzarza en batalla dialéctica con un homónimo del Sevilla. En la refriega, un pobre yayo de 75 años que buscaba intermediar y apaciguar, cae de bruces contra el suelo. Una acción metafórica que encierra todo lo malo en lo que se ha convertido el Real Madrid.
Finalmente el partido lo ganaron los blancos, gracias a un gol de Di Maria. Justo es alabar al equipo. Con diez, pusieron toda la carne en el asador ante un rival que empequeñeció aún más en superioridad. Sin embargo, la segunda parte podrá ser tildada para las hemerotécas, como la mayor chaladura de los últimos años. Lo que vimos no fue fútbol, sino un sucedáneo. Protestas, presión al árbitro, insultos, piscinazos, escenificación teatrera por parte de unos y otros...un cúmulo de despropósitos que finalizarían y aderezarían convenientemente con la rueda de prensa de Mou.
Y es que quedaba lo mejor para última hora. Tras un espectáculo épico a la vez que lamentable sobre el campo, Mourinho la lió parda. Al parecer, alguien del club, a la finalización del partido le hace entrega de un memorándum con todos los errores del árbitro en contra de los intereses madridistas, claro síntoma de la paranoia que invade la entidad de un tiempo para acá. Eso sí, no se enumeran en ese ya famoso folio, los errores en contra del Sevilla, que también los hubo, como la no expulsión de Carvalho en la primera mitad.
Mou lo blande cual bandera de la verdad pero a su vez critica el que deba ser él mismo quien argumente el ultraje al que está siendo sometido permanentemente el equipo y no lo haga algún representante del club, es decir, Valdano. Además, solicita con vehemencia una reunión con el ser superior, dejando así claro el pasotismo que le genera el rapsoda. Ya les digo yo lo que va a pedir, pedirá la cabeza del argentino, unico muro que le queda por derribar para definitivamente hacerse con las riendas de la entidad.
Pero es que además, la rueda de prensa es una cortina de humo perfecta, un títular para las portadas de mañana, que escondan el bochornoso espectáculo de ayer. Un tabique exagerado que le evita al madridista cómodo reflexionar sobre lo mal que se están haciendo las cosas tanto dentro como fuera del campo.
El Real Madrid juega mal y se rige peor. Es ese club que acusa a los entrenadores contrarios de dejarse ganar ante el Barça, el que impide a sus futbolistas dar la cara tras la humillación del Barça vs Madrid, el que se pone notas de 11 a sí mismo en actos de prepotencia inusitados, el que llora por arbitrajes siendo el Madrid uno de los más beneficiados históricamente por los trencillas, el que dice no conocer a entrenadores nacionales de renombre, el que se burla de un club humilde como el Sporting o impide a uno de sus futbolistas reunirse con su antiguo entrenador...
Lo dicho, Shutter island. El Real Madrid está en un brete. A Mourinho todo el mundo le conocía, resulta cuando menos curioso que muchos se estén llevando ahora las manos a la cabeza. Flo lo tenía fácil. Michel era el sucesor ideal, elegante, de la casa, sabedor de lo que es y significa el Real Madrid. Sin embargo la apuesta fue el resultadismo, el inmediatismo más exhacerbado aún a costa de perder todos los valores que un día convirtieron a esta entidad en la más grande del mundo. Se ha iniciado un descenso a las tinieblas, que los madridistas se abrochen los cinturones.
Escrito por Damsam | El Banquillo Visitante