El fútbol del Barça pasa por encima del Madrid de Mourinho
2010-11-30
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Y precisamente por eso, porque lo hemos visto, sorprende más si cabe el inicio que tuvo el equipo de Mourinho. El Madrid salió al Camp Nou con aires de grandeza, seguramente acrecentados por el entorno que tanto se había congratulado en los días previos por el buen momento que atravesaba el Madrid. Mourinho ni se planteó jugarle al Barça como lo venía haciendo con anterioridad con Chelsea o Inter. El luso se dejó adular por los palmeros del ‘esta vez sí’ y los contertulios del ‘Mou puede con el Barça’. Y toda esta soberbia que llega en ocasiones a rozar el histrionismo no dejó al Madrid ver el bosque.
El Madrid salió a jugarle al Barça como si de un cualquiera se tratase. Un lujo que todavía no se han ganado los pupilos de Mou. Sin presión arriba y esperando la pérdida del rival, eso es lo que proponía el Madrid al Barça, de hecho es lo que le propone al resto de equipos de la Liga. Pero anoche no tenía a uno de esos conjuntos delante. Tenía a un Barça que parece no haberse cansado de ganar y que picado por el ambiente jugó a sus anchas mientras el Madrid esperaba una pérdida de balón que no llegaba ni llegaría, puesto que el Barça no concedió casi ni una contra clara en toda la noche. A cambio ofreció un recital de juego rápido, de toque en corto hasta encontrar el hueco adecuado y la diagonal indicada por los Pedro, Messi o Villa para encañonar a Casillas. Un Iker que anoche me recordó al del ‘yo flipo’ del 0-3 de Ronaldinho en el Bernabéu.
El guardameta, junto con Pepe, extrañamente tranquilo ayer, -le cogió el relevo un desmesurado Carvalho- fueron de los pocos que se salvaron en el Madrid. Marcelo ando descentrado todo el encuentro, como atestigua el segundo gol, donde se pierde en aspavientos hacia Pedro mientras el canario le coge la espalda hasta que fue sustituido el primero por un Arbeloa que salió a jugar a otro deporte que no era fútbol. Más bien parecía Rugby. Otro deporte quiso practicar también Sergio Ramos. Lucha libre diría yo visto lo visto.
Capítulo aparte merece Cristiano Ronaldo. Sinceramente no recuerdo un jugador que con sus cualidades, muchísimas, haya aportado, hasta la fecha, tan poco en partidos de alto nivel. Se me viene a la cabeza, además del encuentro de anoche, el de la final de la Champions en Roma también contra el Barça de Guardiola.
Pese a todo lo anterior, tengo la sensación de que los fieles más devotos todavía no han perdido la fe mouriñista. La culpa anoche parece que sólo fue de los jugadores, y no del entrenador que siempre se atribuye las batallas ganadas. Y ni tanto ni tan calvo. No quisiera cargarme yo a Mourinho, un entrenador excelente, pero no es menos cierto que anoche se equivocó planteando el partido. De igual manera que Guardiola se equivocó negándole el esférico a Cristiano, todo sea dicho.
IMAGEN VÍA EL MUNDO DEPORTIVO
