El F.C.barcelona ha vencido esta tarde al Real Zaragoza en la Romareda por 2-0. Partido plácido para los culés, que han impuesto su estilo frente a un rival plano y sin ambición.

Por fin el Barça ha tenido un partido tranquilo, sin sobresaltos ni agobios en los instantes finales. El equipo ha salido concentrado desde el minuto uno y con las ideas claras; control, posesión y a esperar que llegaran las ocasiones. El Zaragoza desde un principio ha dejado claras sus intenciones, con la línea de presión por detrás del centro del campo. Sin duda el equipo de Gay se ha mostrado timorato, exento de fe y derrotado desde la salida del tunel de vestuario.

En cuanto al Barça, decir que seguimos sin estar del todo enchufados. Quiero decir que la gran diferencia entre el Barça de las dos últimas temporadas y el de ahora, es la chispa, la velocidad en la circulación y la pegada en los metros finales. Sin embargo, en una liga mediocre a más no poder, su fútbol, al 50% de sus posibilidades, le permite solventar los partidos. Y eso hizo hoy. Jugar a medio gas casi los 90 minutos. La ausencia de Xavi ha redundado en que hayamos visto un Barça espeso en ataque. El balón no ha basculado con la velocidad necesaria para coger desprevenida a la defensa del Zaragoza, que por encima de todo buscaba no encajar y llegar a los instantes finales de partido con opciones.

Por suerte esto último no ha ocurrido. Digo por suerte porque la verdad, el fútbol desplegado por los locales ha dejado mucho que desear y hubiera resultado injusto un resultado distinto a la victoria visitante. Resulta alarmante que un equipo hundido en la tabla, pero con toda la liga por delante, haya evidenciado semejante falta de ambición y deseo por luchar el partido. Con nada que perder y todo que ganar, esperabamos todos un Zaragoza valiente, osado y que fuera a buscar al campeón desde el primer minuto. Nada de eso se ha visto en la Romareda, más bien todo lo contrario.

Guardiola apostó por una línea defensiva clásica, sin inventos, con Alves, Pique, Puyol y Abidal. En la medular Busquets y Keita han formado un doble pivote con mucha movilidad por parte del malí, llegando a menudo de segunda línea. La novedad ha sido la posición de Messi, jugando tremendamente retrasado con la misión clara de ayudar en labores de creación. Arriba Iniesta en un extremo, Pedro en el otro y Villa en la punta de ataque. A lo largo del partido el dibujo ha ido cambiando en función de las necesidades del momento y así hemos podido ver a Villa en un extremo, Iniesta en el centro del campo o Alves como interior. Es lo mejor del actual Barça, la capacidad de Guardiola para modificar los sistemas y adecuarlos a la situación del equipo y del partido, algo que por ejemplo no fue capaz de hacer Rijkard con su 4-3-3 imperturbable e inamovible.

El partido transcurría por estos derroteros, a saber, fútbol control del barça que apenas sufría en defensa y un Zaragoza agazapado esperando un milagro. Solo Lafita se dejaba los cuernos presionando y buscandole las cosquillas a Eric Abidal y los centrales blaugranas. El partido finalmente se decantó en un robo en el centro del campo por parte del Barça. Villa, en una galopada impresionante corre en diagonal, arrastrando con él hasta tres centrales. Después con un toque sútil se ha sacado una asistencia impresionante a Messi que llegaba solo incomprensiblemente desde el centro. Con gran sangre fria el Argentino ha batido por bajo a Doblas poniendo el 0-1 en el marcador.

El segundo tiempo comenzaba de la misma forma, el Barça a lo suyo, marear al rival y el Zaragoza persiguiendo sombras. No obstante lo de siempre, el resultado era excesivamente corto. Alves había perdonado incomprensiblemente una ocasión de oro en lon instantes finales de la primera parte y el equipo se veía obligado a jugar con fuego una vez más. Sin embargo, a los pocos minutos del inicio de la segunda parte, el partido se ha roto definitivamente si no lo estaba ya. Ponzio, de manera incomprensible, ha soltado la mano en clara agresión a Dani Alves. Jugada tonta y ridícula, pero expusión justa. Con diez, todo se acabó. El dominió durante el resto del partido ha sido insultante. Finalmente en una jugada embarullada dentro del área maña, Messi ha fusilado a Doblas tras varios rebotes, cerrando así el encuentro.

Lo mejor es que el Barça ha podido dosificar esfuerzos, algo que no había podido hacer en todo el año. Tres puntos sencillos que nos permiten seguir con paso firme la estela del líder. Por cierto, 4 viictorias como visitante desde que comenzó la liga, un récord.

El 1x1

Valdés: 6. Un expectador de lujo. Sin intervenciones destacables.
Alves: 6. De menos a más. Cuando Messi se acerca a banda derecha crean la pareja más letal del fútbol español.
Piqué: 6. Muy sobrio, sin errores. Siempre bien colocado y dando buenos pases en largo.
Puyol: 7. Ha luchado con Braulio como un titán. Se ha desfondado y ha aportado seguridad y jerarquía.
Abidal: 7. Uno de los mejores del partido. Está rápido tanta de piernas como de cabeza. Le falta profundizar más en ataque.
Busquets: 5. Discreto el partido del catalán. Sin Xavi bajan muchos sus prestaciones. No tiene la capacidad de mover al equipo que tiene el de Terrasa. Eso sí, trabaja a destajo y cada vez tiene más galones.
Keita: 5. Lo de siempre, bien en defensa, aportando brega e incorporandose bien y con peligro desde atrás. Sin embargo ralentiza hasta la desesperación la circulación del balón. Hoy, con un Zaragoza roto, podría haber jugado de inicio Thiago.
Messi: 8. Genial. Ve el fútbol como nadie. Ha visto las carencias del equipo y rápidamente ha retrasado su posición para ayudar en la creación. Después las dos claras que ha tenido las ha enchufado y ha dado un par de asistencias geniales.
Pedro: 6. Lo ha intentado pero no le han salido las cosas. nunca se ha ido de su par y se le nota que no está al 100% tras su lesión muscular.
Iniesta: 7. Igual que Pedro, no ha podido superar a su par casi nunca. Eso sí, cuando abandona la banda es letal. Su puesto está más atrás. Hoy debería haber jugado de Messi y el argentino más adelantado.
Villa: 6. Sigue negado de cara a puerta, hoy un nuevo palo. Eso sí, la asistencia a Messi en el primer gol es de crack con mayúsculas. Además ese gol demuestra otra de sus virtudes, atraer defensas y dejar espacios a sus compañeros.
Thiago: 6. Me ha gustado el chaval, sin complicarse y demostrando su clase y técnica en cada balón que tocaba. Es un jugón y puede marcar una época, lo intuyo. Solo por los andares se ve.
Bojan: 6. Sigo pensando que es mucho mejor cuando sale como revulsivo. Muy bien los pocos minutos que tuvo.
Mascherano: Sin Tiempo.

Escrito por Damsam | El Banquillo Visitante