La fractura social del club se contagia al campo
2010-10-21
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Se ha debatido mucho sobre si los asuntos extradeportivos en que Rosell ha sumido al Barça afectarían o no al equipo dirigido por Pep Guardiola. Si las querellas, juicios y demás temas legales entre los ex amigos Laporta y Sandro iban a afectar a los jugadores. Éstos, se apresuraron, bien aleccionados por Guardiola, en negar la mayor. Es pura coincidencia, seguramente, pero no deja de ser curioso que la fractura social hacia la que va el club tenga reflejo en la concepción futbolística del equipo. Y anoche contra el Copenhagen se vio de manera muy clara. Las líneas del conjunto no están tan juntas como solían, y es una constante en este principio de temporada. El Barça campeón. Aquel excelso que ganó seis títulos y el año pasado consiguió la Liga jugaba con menos espacio entre la línea defensiva y la atacante. Así, era mucho más fácil ejercer una presión fructífera a la pérdida de pelota del rival. Así, se recuperaban muchísimos balones en tres cuartos de campo rival. Donde se hace daño.
El Barça de anoche, y en muchas otras ocasiones este curso que apenas acaba de iniciarse, juega con la línea defensiva más aculada que de costumbre. Fruto de eso, el medio del campo blaugrana se ve obligado a venirse también atrás, y quedan ambas líneas demasiado despegadas de la atacante. Estando en estas, en la recuperación del balón los centrocampistas tardan más en transportar la pelota a línea de ataque, y la transición se hace más larga, en tiempo y en espacio.
No parece un tema difícil de solucionar. Y seguramente con el ritmo físico adecuado de los futbolistas la cosa quede solucionada como por arte de magia, pues estos futbolistas llevan demasiado tiempo jugando a lo mismo como para haberlo olvidado. Sin embargo, no deja de sorprender que la fractura social del club haya encontrado paralelismo en el quehacer del equipo.
Edu Garcia | http://eduardogarcialopez.blogspot.com/