Más allá de la contundente victoria ante el Sevilla, flojo en casi todo, el Barça recuperó anoche sensaciones parecidas a las de aquel equipo que lo ganó todo. Los entendidos se han pasado todo lo que llevamos de temporada diciendo que la mejor versión de este equipo estaba por llegar a largo plazo, que el Mundial había hecho mella en los jugadores y la preparación había sido distinta esta temporada y que poco a poco el conjunto cogería la forma, más si se venían semanas con descanso como esta de Copa del Rey. Y parece que ayer el equipo les dio la razón.

Pero más allá de lo visto, el Barça recuperó contra el Sevilla algunas señas de identidad que todavía no habíamos visto en este inicio de curso.

Villa y la ansiedad positiva. Además de marcar dos tanto y acabar de raíz con su sequía goleadora y, de paso, acallar alguna que otra boca, Villa reafirmó ayer lo que viene diciendo en rueda de prensa, que su ansiedad es positiva, que siempre la ha tenido y eso le ha hecho llegar a donde está. Para muestra un botón: en el primer tanto de Messi (minuto 4) Villa aparece justo cuando la pelota está a punto de traspasar la línea de gol. Lejos de empujarla el asturiano acompaña el balón con la mirada para ‘proteger’ el tanto del argentino. Si la ansiedad del delantero hubiera sido malentendida, anoche Villa habría empujado la bola, exponiéndose a que le anularan el gol por fuera de juego, por ejemplo.

El equipo recupera la unidad. Como ya comenté con anterioridad, pareciera que la ruptura social de la entidad se había contagiado al terreno de juego, donde el conjunto de Guardiola llevaba partidos dando muestras de debilidad fruto de una disposición en el campo en la que las líneas estaban demasiado separadas. Pero anoche el equipo salió como en sus mejores momentos, con las líneas bien juntas y presionando arriba la salida de balón del equipo contrario. Además, los jugadores salieron anoche como suele hacerlo el Madrid, enchufados desde el principio. Con todos estos alicientes, no es de extrañar que Messi marcara tan pronto, y que el equipo recuperara tantas pelotas en zona de tres cuartos atacante. Y es que el Barça de ayer, además de ganar y golear, recuperó las sensaciones que no hace tanto le hicieron grande. Recuperó su identidad, perdida en este inicio de temporada.